miércoles, 25 de septiembre de 2013

Curiosidades: Gatos y escritores, amigos íntimos (Parte I)

Confirmado. El gato no es el mejor amigo de la mujer, sea está soltera, entera o abuelita cariñosa. El felino es el compañero perfecto, buscado y adorado por los escritores, quienes le consideran prácticamente un tótem inspirador capaz de comprender sus más profundas cuitas convertidas en metáforas. 


Todos los escritores que han convivido con gatos, observado y alimentado, los adoran. Les consideran almas libres, puras, inteligentes, tranquilos y excelentes compañeros de trabajo por ser silenciosos, observadores y tan estoicos que soportan pacientemente esos largos periodos de inmovilismo y reflexión que requiere la escritura. Uno de mis novelistas favoritos, el canadiense Robertson Davies autor de El quinto en discordia, novela formidable que recomiendo vivamente, así lo proclamó en toda su sabiduría: 

"A los autores les gustan los gatos por ser criaturas tranquilas, sabias y que se hacen querer. A los gatos les gustan los autores por las mismas razones". 

He encontrado tal cantidad de escritores amantes de los felinos y tanta documentación dispersa y desfragmentada, que he decidido complilar todo ese batiburrillo alfabética y cronológicamente para mantener un cierto orden de tiempo y espacio. Como no quiero aburrir con una entrada que parezca la Lista de Schindler, he creado dos partes: Escritores del Siglo XIX y sus gatos, y Escritores del siglo XX. Y es que el tema da mucho de sí...  

Escritores del siglo XIX


Baudelaire, Charles 
He leído en una fuente excesivamente poética que el gato de Baudelaire se llamaba Sátiro, era nieto de Azucena, la gata blanca de Lamartine, e hijo de César, gato de Víctor Hugo. Sátiro no tuvo descendencia, pues parece que Baudelaire lo castró él mismo de recién nacido. No sé si creérmelo pero Borges, que sí fue un gran amante de los gatos, consideraba a Baudelaire un imbécil y a quienes lo leían, más imbéciles todavía. Aún así, en Las Flores del Mal el maldito de Charles les dedica tres poemas de ferviente admiración al felino.

Baudelaire a lo Napoleón o esconde a Sátiro en el bolsillo


Brönte, Charlotte & Emily
Estas famosas escritoras británicas, muertas de tuberculosis todas ellas (incluida Anne) después de pasar años en un traumático internado casi un correccional, Cowan Bridge, tuvieron un gato llamado Tiger (seguramente atigrado) que parecer que jugaba con el pie o a los pies de Emily mientras ella escribía Cumbres borrascosas.

Las Brönte sin gato, pintadas por su hermano

Lord Byron 

Gran amante de los animales convirtió sus casas en zoológicos con todo tipo de especies domésticas y alguna salvaje; a lo Michael Jackson pero más dandy. Adoró sobre todo a su perro terranova Contramaestre al que enterró en las ruinas de una capilla de la abadía de Newstead. Tuvo además cinco gatos que viajaron con él por Europa (mal, muy mal, Byron). Entre ellos Beppo, cuyo nombre fue "plagiado" por Borges para bautizar al suyo.

Querido Byron, deja la faca y coge una gata



Dickens, Charles 
Su gata Williamina se llamó William hasta que se puso a parir una numerosa camada de gatitos en su estudio delante de sus narices. De esa camada nació Master's Cat, el único que se quedó con Dickens. Quizá fue él quien le inspiró para escribir "La leyenda de Whittington y su gato", un relato no exento de moraleja inspirado en un cuento persa del siglo XIII en el que un huérfano consigue una gran fortuna gracias a la habilidad cazadora de su gato.

No vi que Will era Willa

Dumas, Alejandro
Gran amante de los gatos y cofundador junto con Guy de Maupassant de La ligue de Défense pour les félins, se sabe que tuvo varios gatos: uno llamado Le Docteur y otros dos que heredaron nombre como si fundaran una dinastía: Mysouff I y Mysouff II, este último blanco y negro, era el favorito del escritor aunque parece ser que un arrebato de salvajismo se comió todos los pájaros exóticos de la casa. 


Llamen a Le Docteur que estoy malade... 


Theóphile Gautier 
Tuvo numerosos gatos a los que mencionó en "La Ménagerie Intime": Childebrand, un gato negro y rayado; Cléopatre hija de Epoine y a la que le gustaba mantenerse sobre 3 patas; Don Pierrot de Navarre, gato blanco al que le gustaba robarle la pluma y engendró a 3 gatitos negros con la gata blanca SéraphitaEnjoras bautizado con un nombre procedente de la obra "Les Miserables", Eponine y Gavroche. Madame Theóphile, gata blanca y roja que robaba la comida, y Zizi un angora que le gustaba tocar las teclas del piano.


Mis gatos son de relato


Hugo, Víctor
Tuvo varios gatos, uno que se llamaba Gavroche como no le gustaba el nombre (no sé si al gato o a Víctor Hugo) se lo cambió por Chanoine, y otro que se llamaba Mouche


Aunque tengo cara de malo, soy buenísimo con mis gatinos

Lear, Edward 
Escritor e ilustrador británico que adoraba a su tabby Foss. Cuando decidió trasladarse a San Remo en Italia, dio claras instrucciones a su arquitecto con el fin de diseñar una réplica exacta de su hogar en Inglaterra para que Foss no se alterara ni se estresara con el cambio de casa. Los dibujos del tabby de Lear son muy famosos y numerosos. Al morir Foss fue enterrado en el jardín de la casa italiana de Lear. 


Bailando con gato, qué divertido

Stephane, Mallarmé
Tuvo varios gatos: Neige, su gata blanca, Frimas, hijo de Neige, Lilith,  hija de una gata de Théodore de Banville y nieta de Eponine, gata de Théophile Gautier. Mallarmé publicó en 1899 un libro titulado Nuestro amigo el gato en el que ofrece una detallada descripción de su gata Lilith.


Gautier es mi proveedor de gatitos lindos


Poe, Edgar Allen 
Fascinado por los gatos, tuvo una gata llamada Catarina, quien se sentaba frecuentemente en su hombro mientras él escribía. La gata le inspiró el cuento de terror El gato negro, donde otro gato -Plutón- es asesinado vilmente por su alcohólico dueño que termina muy mal parado. Es que matar a un gato es un crimen...





Scott, Walter
El gran novelista y filósofo escocés tuvo un gato llamado Hinse al que le gustaba molestar a los perros de Scott, hasta que en 1826 uno de sus canes, Nimrod, lo mató a mordiscos no se sabe si por celos o por ira perruna, harto de aguantar sus piques de gato loco


Retrato de Sir Walter en su etudio con su tabby y perro, realizado por John Watson Gordon


Stowe, Harriet Beecher
La autora de La Cabaña del Tío Tom, rescató de la calle a un gato maltés al que bautizó como Calvin. Se convirtió en el amo y señor de su cocina, comía a cualquier hora, marcaba sus horarios a toque de maullido y se sentaba a hombros de su benefactora mientras ella escribía.


¿Y si escribo La casa del gato Calvin? ¿Tendrá éxito?


Twain, Mark 
Cuyo nombre real era Samuel Langhorn Clemens (no me extraña que se buscara un pseudónimo) vivió ya de niño con muchos gatos en su casa familiar. En la suya propia, construida sobre el Mississippi, llegó a reunir unos 20 gatos que le acompañaban a pasear a orillas del río. Sus nombres no tienen desperdicio: Apollinaris, Beelzebub, Blatherskite, Buffalo Bill, Satan, Sin, Sour Mash, Tammany, Zoroaster... Sirvieron de inspiración para varios pasajes de sus novelas y para los cuatro cuentos reunidos bajo el título de El gato de Dick Baker.  


Sr. Twin, Twin, es usted muy alto 


Wells, H. G. 
Su gato al que llamaba Mr. Peter Wells era muy sensible de oído y energías pues si un invitado hablaba demasiado y alto, se levantaba de la silla, protestando en voz alta y salía visiblemente molesto de la habitación.

¿Dónde estará Mr. Peter Wells? Dentro del libro, no


Otros amantes gatunos anteriores al siglo XX fueron el Cardenal Richelieu, la fundadora de la cruz roja Florence Nightingale que se llevó a sus gatos a la Guerra de Crimea, los compositores Alexander Borodin, Frédéric Chopin o Saint-Saens, y La Reina Victoria, que le legó su gato White Heather junto a su trono a su hijo Eduardo VII. 


Frases de escritores (y no sólo) anteriores al siglo XX sobre gatos

Charles Baudelaire: "Es mi espíritu familiar; juzga, preside, inspira todo desde la altura de su imperio, ¿por ventura es un mago, un dios?"

Robert Byrnes: "Errar es humano, ronronear felino".

Chateaubriand: "Me gusta del gato su carácter independiente y casi ingrato que le impide atarse a quien sea, la indiferencia con que transita de los salones a su originario callejón. El gato vive solo. No necesita sociedad alguna. Sólo obedece cuando quiere, o simula dormir para observar mejor y araña todo cuanto puede arañar". 

Theophile Gautier: "Es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo".

Víctor Hugo: "Dios hizo al gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre".

Reina María Leszcysnka: "Los gatos son distantes, discretos, impecablemente limpios y saben callar. ¿Acaso hace falta más para considerarlos una excelente compañía?"

Abraham Lincoln: "Me importan muy poco las ideas religiosas de alguien cuyos perro y gato no son lo mejor para él".

Edgar Allan Poe: "Ojalá escribiera con el misterio que tiene un gato".

Conde de Rivarol: "El gato no nos acaricia, se acaricia con nosotros".

George B. Shaw: "El hombre es civilizado en la medida que comprende a un gato".

Hippolyte Taine: "He conocido a muchos gatos y muchos filósofos, más la sabiduría de los gatos es infinitamente superior".

Mark Twain: "El cruce de persona con gato sin duda mejoraría la especie humana, pero empeoraría los de los gatos".

“Un gato es más inteligente de lo que la gente cree y se le puede enseñar cualquier crimen”.

“Cuando un hombre ama a los gatos, soy su amigo y camarada, sin necesidad de conocerlo más”.

Miguel de Unamuno: “Mi gato nunca se ríe o se lamenta, siempre está razonando”.

Julio Verne: “Creo que los gatos son espíritus encarnados en la Tierra. Un gato, estoy seguro, podría caminar sobre una nube sin atravesarla”.






Os dejo un enlace de Guy de Maupassant contado sus experiencias con gatos, algunas bastante crueles por su parte. Es que el bueno de Guido estaba algo ido... 



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